Las habilidades de función ejecutiva y de autorregulación proporcionan un apoyo decisivo para el aprendizaje y el desarrollo. Las habilidades de función ejecutiva nos permiten retener y trabajar con la información en nuestros cerebros, centrar nuestra atención, filtrar las distracciones y cambiar la marcha mental.
Aunque los estudios científicos aún no han probado la eficacia de todas estas sugerencias, su presencia aquí es reflejo de la opinión de expertos en el ámbito sobre las actividades que permiten a los niños y las niñas practicar sus habilidades de función ejecutiva. Estas actividades representan una muestra de las muchas cosas que los niños y las niñas disfrutan y que pueden fomentar un desarrollo saludable.
Edita: Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard
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