En el ámbito de la protección es fundamental plantearse una pregunta: ¿cómo llegan los niños, niñas y adolescentes al Sistema de Protección de la Infancia? La respuesta es que, en la mayoría de los casos, a través de otras entidades que trabajan con la infancia y adolescencia. Y aquí hay un gran contraste con la atención a la salud física, que cada persona (o familia) cuida con más o menos conciencia yendo a los servicios médicos cuando lo considera necesario: en los temas de protección de la infancia es mucho menos frecuente que sea ​​el niño, niña o adolescente (o su familia) quien se acerca a los Servicios Sociales o a otras instancias del Sistema de Protección de la Infancia. Al contrario, son otras instituciones quienes las detectan y derivan la mayor parte de esas situaciones de riesgo y desprotección. En la iniciativa Renovando desde dentro nos hemos centrado principalmente en el Sistema de Protección de la Infancia como institución oficial, y sin embargo, su trabajo depende en gran parte de la identificación de las situaciones de riesgo y desprotección por parte de otras organizaciones. Pero ¿qué pueden hacer las entidades para mejorar su detección de situaciones de riesgo, realizar derivaciones eficientes y coordinarse de manera eficaz? En los últimos tiempos se está avanzando mucho en la creación de sistemas de protección de la infancia dentro de otros ámbitos. En este artículo exploraremos “los otros”, los sistemas de protección fuera del Sistema de Protección, imprescindibles para el bienestar de la infancia y adolescencia, explorando claves para superar el miedo a compartir espacios y para colaborar con mejores resultados. Y creando relaciones claras y saludables.

Autoría: Romeo Biedma, F. Javier
Edita: Renovando Desde Dentro
Año de edición: 2024