Partiendo de las aportaciones de la neurociencia, que sugieren que es posible considerar la hiperreactividad del cortisol como un biomarcador para el tratamiento e intervención de población con trastorno de estrés postraumático que sufrió adversidad temprana, se presenta una investigación realizada con nueve niños y niñas que reciben atención psicomotriz. Se midieron los niveles de cortisol antes y después de recibir la intervención durante cuatro semanas, utilizando un método competitivo inmuno-enzimático (ELISA) para la determinación de las cifras de cortisol libre en orina. Los resultados del estudio ponen en evidencia que la psicomotricidad relacional puede ofrecerse como una metodología de intervención eficaz para disminuir el estrés que acompaña a esta población en sus vivencias diarias.
Autoría: Morillo Lesme, T.; Abreu González,P.; Sánchez Rodríguez,J. ; Llorca Llinares, M.
Edita: Revista Retos. Federación Española de Asociaciones de Docentes de Educación Física (FEADEF)
Fecha de edición: 2024