Dejándonos sorprender por los niños, niñas y adolescentes con los que tratamos

¿Podemos acceder al mundo mental de los niños, niñas y adolescentes con los que tratamos para ayudarles? Tenemos el riesgo de centrarnos en interpretar sus reacciones, sus comportamientos, y no escucharlos, no mirarlos o verlos solo con el color de nuestras gafas. Podemos llegar a verlos no como personas sino como la personificación de nuestros conocimientos sobre el apego, sobre el trauma, la resiliencia, etc. También tenemos el riesgo de olvidar que, cuando nos comunicamos con ellos y ellas, casi siempre lo que está en juego son nuestros intereses. Me toca averiguar, informar, corregir, valorar, calmar o incluso curar. Pero ¿qué les interesa a ellos o ellas de su encuentro con nosotros? ¿Cuáles son sus intereses, sus ilusiones y sus deseos? Mi propuesta es muy sencilla. Se resume en hacer lo posible por no perder la capacidad de asombrarnos. Estar abiertos o abiertas a que nos sorprendan. Ponernos en predisposición, no sólo de mirarlos, sino de admirarlos. No tratar con ellos y ellas con el piloto automático. Y no dejar de esperar que una frase, una palabra, o incluso un silencio, nos muestren como es su mundo.

Autoría: Romeu Soriano, F.J.
Edita: Renovando Desde Dentro
Año de edición: 2022

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