La llegada del niño o la niña a la familia acogedora marca el comienzo de un proceso de adaptación mutua cuya secuencia no siempre es progresiva y ascendente y que puede requerir su tiempo en función de las circunstancias y características de cada caso.
Es muy importante guardar constancia escrita y fotográfica tanto de la llegada del niño o niña a la familia como del encuentro con otros niños, de su adaptación inicial, etc.
Hacer algunas fotografías para que niños y niñas puedan recordar esos momentos, aunque hay que procurar hacer fotos en las que salgan favorecidos y en actitudes positivas. Esta constancia material de la llegada del niño o niña es fundamental ya que nos permitirá hablar sobre sus experiencias a la llegada y abordar sus sentimientos en relación con la separación de su familia biológica.
Facilitar la transición al acogimiento
Para mejorar la transición desde su familia a la familia acogedora y suavizar el impacto emocional que supone la separación de su familia biológica en estos primeros
momentos, es recomendable, siempre que sea posible, dar continuidad a la experiencia del niño o la niña atendiendo a los siguientes factores.
- Si es posible, implicar a los progenitores del niño o niña en el proceso de acogimiento. Éstos podrán colaborar en el momento de la despedida y el acoplamiento y durante todo el acogimiento en visitas, programas de formación, supervisión de la atención, etc.
- Intentar que las relaciones entre la familia biológica y la familia de acogida sea de complementariedad y colaboración.
- Los equipos de profesionales que trabajan con las familias preparen la separación y la transición del niño o la niña a la familia, favoreciendo los contactos previos con el centro, proporcionándole la información y los materiales antes de la acogida y en función de su edad.
- Tratar de evitar, siempre que sea posible y beneficioso para el niño o niña, que el paso al acogimiento signifique la ruptura de los vínculos entre la familia biológica y el niño o la niña.
- Es recomendable que los niños y niñas puedan llevar consigo algunos juguetes y objetos preferidos de su casa, así como fotos de sus personas queridas, al centro o a la familia de urgencia. La razón principal es dar continuidad a la experiencia del niño o la niña para que se sienta lo más cómodo/a y seguro/a posible. Si en el momento de su salida no ha podido llevarse estos objetos y recuerdos, podemos ponernos en contacto con la familia y pedírselos para que pueda tenerlos lo antes posible.
- Cuidar la coordinación entre los equipos de profesionales implicados en los Servicios Sociales Comunitarios, el Servicio de Protección de Menores, las familias acogedoras, los centros y las entidades colaboradoras en acogimiento familiar.
Entrega del material
Todos los niños y niñas que ingresan en un centro o pasan a un acogimiento familiar recibirán, con independencia de su edad, un material para el trabajo de historia de vida. Este material será del niño o niña y le acompañará a partir de ese momento a donde vaya.
El material se compone de un cuaderno de bienvenida, un modelo de libro de vida para cumplimentar durante el acogimiento, un obsequio de bienvenida y una caja (donde todo lo anterior va metido) suficientemente grande para que quepan además otros objetos y materiales que el niño o la niña quiera meter durante el acogimiento.
El recibimiento y la bienvenida
El primer encuentro del niño o la niña con la familia de acogida es aconsejable que se registre por escrito la situación, las expectativas, los sentimientos y las reacciones tanto del niño o niña como de la familia acogedora para posteriormente introducirlo en el libro de historia de vida y, si es posible, que se hagan algunas fotos del encuentro.
También puede ser un momento idóneo para recabar la información necesaria del niño o la niña e intercambiar aquellos obsequios que la familia, de acuerdo con el personal de la entidad colaboradora y protección de menores, crea conveniente. La labor de registro escrito y fotográfico debe continuar a la llegada del niño o niña al hogar de la familia acogedora.
Un aspecto a abordar en los primeros momentos de la llegada del niño o niña a su hogar de acogida desde su familia de nacimiento son los hábitos y rutinas. Es preciso que se le explique cómo es un día normal en
casa, cuál es el colegio al que irá,… Se trata de proporcionar al niño o niña la suficiente información acerca de las características de la nueva familia (composición, entorno, hábitos de vida, actividades de ocio, etc.) y de los sentimientos de ésta hacia él o ella (su interés por conocerle y quererle/a) para reducir lo máximo posible la ansiedad ante la nueva situación. Una manera sencilla de hacerlo es repasando juntos el cuadernillo de bienvenida de la familia e identificando personas, espacios, etc.
Uno o varios días después de que el niño o niña llegue a su nuevo hogar, podemos preparar algún acto de bienvenida: una comida, una merienda, una cena con más niños y niñas, una pequeña fiesta, ir al cine o al campo, etc. Todo lo ocurrido durante el desarrollo de este evento especial será fotografiado y registrado para introducirlo posteriormente en el libro de historia de vida.