Las familias de acogida son un sistema de cuidado infantil excepcional de tiempo indefinido. Se utiliza cuando las familias biológicas no pueden criar a sus hijos e hijas porque padecen graves trastornos psicosociales que ponen en riesgo la integridad de los niños, niñas y adolescentes.
Documentos
Establecer vínculos afectivos para facilitar la resiliencia de los niños acogidos
La principal función de los padres de acogida consiste en facilitar el proceso de afrontamiento promoviendo la resiliencia de los niños para lo cual es fundamental poseer una buena capacidad para establecer vínculos afectivos. Otras variables como la experiencia en la crianza de hijos propios, el tipo de estructura familiar o las horas de dedicación pueden ser también decisivas en el favorecimiento del desarrollo de vínculos afectivos.
Adelante con la adopción
El contenido del material más que exhaustivo trata de ser intensivo. Así, en lugar de volver a retomar todos los temas del programa de formación para la adopción, se ha preferido poner el énfasis en cuatro de ellos que se consideran centrales, profundizándolos y analizándolos con detalle, y siempre, naturalmente, en la misma línea que los contenidos del programa.
Intervención socioeducativa en acogimiento residencial
El acogimiento residencial, a diferencia del acogimiento familiar, es una medida que ha estado presente en la asistencia a los niños abandonados y desprotegidos durante muchos siglos (y con diversas denominaciones como Casa de Expósitos, de Misericordia, Casas Cuna, Hospicios, etc.). Todo ello ha conformado la historia de la atención a la infancia desprotegida mediante una respuesta única y universal como ha sido la colocación del niño en una institución que pudiera cubrir sus necesidades más elementales en sustitución del ambiente familiar del que carecía o que era deficitario (resumen en el propio documento).
Autoría: Amia Bravo Arteaga y Jorge F. del Valle,coordinadores,
Edita: Consejería de Empleo y Bienestar Social. Gobierno de Cantabria
El derecho a la salud mental infantil y juvenil: garantías en el acceso y la atención en los centros residenciales
Cuando la expresión de malestar del niño o adolescente se confronta con el funcionamiento del sistema existente, la salida aparentemente más sencilla puede ser buscar forma eficaces para contener y controlar la expresión de este malestar partiendo de la óptica del conjunto de la sociedad, de la familia y del propio funcionamiento del sistema de salud y de bienestar, que no siempre son las respuestas más adecuadas si se toman como punto de partida y final el interés superior de cada niño o adolescente y el
respeto a las necesidades específicas y concretas que presenta, así como la salvaguardia de sus derechos fundamentales.