Recomendaciones para abordar experiencias y recuerdos dolorosas
Para abordar la historia de vida de niños y niñas en acogimiento y en particular aquellos aspecto de esta historia que poseen mayor carga emocional, es necesario tener en cuenta los siguientes apectos:
Momento evolutivo del niño o la niña
Los niños y niñas pasan por distintas etapas en la comprensión del acogimiento y de las complejas situaciones por las que atraviesa su vida en función de la
edad y de cómo van evolucionando sus capacidades cognitivas. MOMENTOS EN LA COMPRENSIÓN DEL ACOGIMIENTO)
Interpretación de los hechos del niño o la niña
La manera en que el niño o la niña percibe su propia historia será siempre nuestro punto de partida.
En ocasiones, su visión podrá ser muy cercana a lo que conocemos de su historia; en otras, descubriremos cómo
se ha protegido de la adversidad con idealizaciones o fantasías y en otras encontraremos huecos y vacíos que habrá que rellenar para completar el puzzle de su identidad.
Ayudar a eliminar sentimientos de culpa
Muchos niños y niñas pueden llegar a creer y sentir que su situación actual o la situación actual de sus padres o familiares es culpa suya; que si recibían golpes y palizas era porque se portaban mal o que si les desatendían era porque de alguna manera se lo merecían.
Hay que ayudarles a desvincular la situación que vive su familia biológica o sus familiares, así como su situación
actual de acogimiento, de su forma de ser, de su comportamiento o de cualquier otra atribución personal.
No debemos rechazar ni censurar lo que nos dice, sino ofrecerle una visión alternativa que subraye los elementos positivos de su forma de afrontar las situaciones, señalando que, en cualquier caso, la responsabilidad es siempre de las personas mayores.
Ser respetuoso con relación al pasado del niño o la niña
Mostrar respeto y una actitud positiva con relación al pasado del niño o la niña. Hablar de las personas de la historia pasada del niño o la niña con un lenguaje respetuoso y positivo, sin hacer juicios de valor sobre situaciones personales, familiares o culturales.
Los sucesos vitales más significativos deben ser presentados de una manera objetiva, sin prejuicios y siendo honestos.
Ayudar a normalizar la situación del niño o la niña
Los niños y niñas acogidos deben saber que otros niños y niñas comparten con ellos sus mismas dificultades, temores y deseos. Que lo que les ha pasado a ellos también les ha pasado y les pasa a muchos otros niños y niñas.
Resulta muy positivo para los niños y niñas acogidos normalizar su experiencia diciéndoles que son muchos
los niños y niñas que, como ellos, viven en centros o en familias distintas a las biológicas; y que han experimentado sentimientos, deseos y anhelos similares a los suyos y que han logrado superar estos momentos difíciles de manera positiva como, sin duda, ellos también harán.
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