Técnica para trabajar el apego con hijos e hijas
Por Charo Blanco 1
En un estado de enfado el niño o la niña no tiene ningún sentimiento de cercanía con el padre o la madre. Además, es un fenómeno que se refuerza por sí solo en las familias. Cuando el niño reacciona de forma airada hacia su padre o madre, a veces la respuesta es de rechazo y castigo. En ese caso, la parte disociada del niño percibe la postura crítica de rechazo de los padres, pero la desaprobación de estos significa muy poco para ese estado disociado ya que esa parte del yo, para empezar, siente muy poco apego.
Así empieza un círculo vicioso en el que la ira y la negatividad del niño y de los padres se refuerzan mutuamente. Cuando el niño o niña está en un estado de ánimo positivo y disfruta de una atención positiva de los padres, estos tienen poca conciencia de que esas interacciones positivas no están siendo codificadas, ni recordadas, ni almacenadas en toda la mente del niño, sino que solo son recordadas selectivamente por la parte de apego del niño. Mientras tanto, el estado de niño enfadado se va desconectando y enfadando cada vez más cuando percibe pocas posibilidades de acceder al amor y al afecto que se reparte cuando está tranquilo.
Es fundamental que los padres comuniquen mensajes de apego a todo el ‘Yo’ del niño o niña. Esas comunicaciones pueden ser del tipo: ‘Ya sabes que te quiero en tu totalidad. Quiero a tu parte divertida, quiero a tu parte boba, quiero a tu parte bebé, e incluso quiero a la parte que rompió los juguetes o los deberes. También quiero a las voces de tu mente que a veces dicen cosas malas. Todo eso forma parte de ti y yo te quiero a ti. Incluso quiero a tu parte enfadada que ha destrozado cosas en casa. Ven aquí, quiero abrazarte entero. ¿Ha llegado mi abrazo a todas las partes de tu ser? Quiero estar seguro de que hasta el bebé que eras cuando ni siquiera te conocía, el de antes de la adopción, siente también el abrazo’.
Todas esas frases pueden modificarse en función de las circunstancias vitales y de las experiencias de cada niño. De hecho, si el niño tiene distintos nombres claros para los estados de identidad, el padre o la madre puede decir ‘quiero al niño enfadado o al volcán que sientes dentro de tu mente igual que te quiero a ti’.
Es fundamental que los padres comuniquen mensajes de apego a todo el ‘Yo’ del niño o niña.
Estas interacciones en las que el padre o la madre abraza y dirige su amor al niño en su totalidad resultan profundamente aliviadoras para el pequeño. Y aunque es posible que al principio duden, los niños y los adolescentes sienten que las partes disociadas de su yo que no se sienten queridas aceptan rápidamente el amor del padre o la madre. Sin embargo, este ejercicio puede parecer contraproducente para algunos padres que temen estar aceptando las malas conductas. En ese caso, y para animarles a que realicen el ejercicio, deben imaginar que la parte enfadada del Yo es como un niño de dos años enfadado que no deja de gritar ‘te oído, te odio’.
Acaso le responderían a ese niño de dos años enfadado que no deja de gritar ‘Te odio, te odio’ ¿O lo levantarían en brazos e intentarían disipar la rabia con amor? Esas partes disociadas del ‘Yo’ están atascadas en el tiempo en esos primeros años y necesitan el tipo de amor que unos padres darían a un niño de dos años. Los niños cuentan que las partes del Yo que han sentido el desapego disfrutan con la atención paterna o materna que se les dedica en esos ejercicios. De hecho, este ejercicio por sí solo puede tener efecto en la modulación de la intensidad de las reacciones de rabia de los niños.
1 Charo Blanco es psicóloga y terapeuta infantil. Este texto es un resumen de la técnica para trabajar el apego elaborada por Francine Shapiro, psicóloga norteamericana, creadora del método EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares). En 1987, descubrió que los movimientos oculares voluntarios reducían la intensidad de la angustia de los pensamientos negativos y reducía de manera significativa los síntomas del Trastorno por Estrés Post Traumático.
2 Comments
Deja un comentario
Es muy importante saber sobre la clases de apego que hay asi se puede diferenciar y también se puede ayudara los niños , muchas veces confundimos el apego y hacemos daño a los niños y a uno mismo.
El apego de las niñas o niños es muy importante de ahí empieza la confianza con ellos, también creo que llegar a tener un apego el niño se siente más seguro contigo. Y muestra gestos positivos.